En el día mundial de la discapacidad, AMPANS alerta de que las dificultades que tienen las personas con diversidad intelectual para acceder a un trabajo se acentúan


Las personas con discapacidad intelectual y de desarrollo tienen derecho a trabajar. Y no sólo tienen derecho, sino que pueden y quieren hacerlo. Sin embargo, esta premisa no se cumple. Las cifras lo demuestran: sólo 1 de cada 5 personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, en activo, tiene trabajo. Una cifra preocupante, teniendo en cuenta que el trabajo es uno de los principales mecanismos de inclusión social.

En el marco del 3 de diciembre AMPANS se ha sumado a la campaña “Volem i Podem Treballar”, impulsada por el sector que quiere poner de relieve la necesidad de un nuevo modelo de inserción laboral más inclusivo y sostenible con el compromiso de administración pública, las empresas y la sociedad en general.

Varias personas trabajadoras, de entre 18 y 30 años, con discapacidad intelectual, han protagonizado la campaña, explicando cómo han conseguido un puesto de trabajo después de formarse a través de los servicios de formación y orientación de AMPANS. Actualmente todas ellas trabajan en los servicios laborales de la entidad o bien en empresas del territorio que hacen una clara apuesta por la inserción laboral. Uno de los objetivos prioritarios de los servicios de inserción laboral de AMPANS es que las personas trabajen en la empresa ordinaria, es decir en entornos laborales normalizados, mediante el trabajo con apoyo. En la mayor parte de los casos es necesario realizar un largo recorrido antes de poder acceder a un puesto de trabajo, que pasa por entrenar las habilidades y competencias personales y profesionales, la autonomía personal, la formación y las prácticas para consolidar los aprendizajes y conseguir un puesto de trabajo adecuado. En este sentido, la formación dual para la que ha apostado AMPANS, ha sido una herramienta muy útil para la inserción de personas con discapacidad, a través de los contratos de aprendizaje y formación. La responsable de Personas del Centro Especial de Empleo, Marta Milian, remarca que “ha sido todo un reto poner en marcha la formación dual adaptada a personas con discapacidad intelectual porque en Cataluña no hay convocatorias ni temarios adaptados, pero el esfuerzo ha merecido la pena y ha dado buenos resultados”. Recientemente ha finalizado la primera edición de la dual y se ha incorporado a 14 personas en la plantilla de Servicios a la Industria con un contrato indefinido.

En lo que va de año, los servicios de orientación y formación han atendido a 479 personas con discapacidad, de las cuales 158 han conseguido un puesto de trabajo en la empresa ordinaria y 56 en servicios laborales del Centro Especial de Trabajo. El objetivo es que las personas que acompañan puedan tener un trabajo digno y adecuado a sus necesidades en entornos normalizados, es decir, en empresas de la comarca, fuera de AMPANS. Sólo cuando no es posible por las dificultades de adaptación o adecuación del puesto de trabajo, es cuando AMPANS acomete iniciativas laborales para la creación de puestos de trabajo que puedan ocupar personas con especiales dificultades. Se dan casos de personas que inician su primer trabajo en los proyectos laborales de AMPANS, y con la experiencia y crecimiento profesional dan el salto a la ordinaria, pero hacia el final de la etapa laboral vuelven a AMPANS.

Un equipo de profesionales multidisciplinar formado por psicólogas, pedagogas, psicopedagogas, trabajadoras sociales y técnicas de inserción, entre otros perfiles, acompaña y orienta a los diversos colectivos con especiales necesidades de apoyo (personas con discapacidad intelectual, trastornos del desarrollo, física, trastornos de salud mental), en la formación, búsqueda de trabajo y consolidación del puesto de trabajo. Se les hace acompañamiento, orientación laboral y formación, mediante diversos programas y servicios, financiados por el Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), el Departamento de Trabajo Asuntos Sociales y Familias y el Consorcio para la Formación Continua de Cataluña (CCFC) de la Generalidad de Cataluña, y por entidades privadas como la Fundación la Caixa o la fundación ONCE. En este sentido también es importante, el compromiso del entorno empresarial del territorio, con más de setenta empresas que incorporan personas con discapacidad a sus equipos y ofrecen convenios de prácticas formativas.

Imma Pallarès, responsable del Servicio de Inserción y Formación considera que «las dinámicas del mercado de trabajo de nuestra comarca no están al margen de lo que sucede en el mercado de trabajo en general» y explica que «algunas ofertas y vacantes son complicadas de cubrir a pesar del gran número de personas desempleadas que existen por el desajuste entre los perfiles profesionales que las empresas necesitan y las competencias de las personas que están en búsqueda de empleo. Este hecho se acentúa cuando hablamos de personas con discapacidad intelectual y nos encontramos cada vez con más personas alejadas del mercado de trabajo”. Así pues, la entidad asume el reto de adaptar la oferta formativa y los itinerarios de inserción laboral, teniendo en cuenta las características del tejido productivo del territorio y ajustando la oferta formativa a las demandas de las empresas ya los requerimientos del mercado de trabajo local, si bien, es complejo teniendo en cuenta los colectivos que atiende a la entidad “lo que hacemos en la mayoría de casos es artesanía, un vestido a medida en función de las necesidades y capacidades de la personas” destaca Pallarès .

Las reivindicaciones del sector, a las que se suma AMPANS, son claras y pide a
la administración, la definición de una estrategia global de empleo para las personas con discapacidad intelectual y un modelo de inserción laboral que garantice un acceso digno al trabajo que contemple:

-El impulso del empleo en la empresa ordinaria apostando y desarrollando el Trabajo con Apoyo de forma estable, así como poniendo en marcha más incentivos para que las empresas contraten a personas con discapacidad intelectual.

-La mejora y adecuación de los recursos destinados a la creación y mantenimiento de los puestos de trabajo de las personas con discapacidad intelectual en los Centros Especiales de Trabajo, de forma que los soportes sean adecuados, estables y sostenibles. Así como permitir la compatibilidad entre el trabajo y el acceso a determinados servicios asistenciales.

-La convocatoria de más oposiciones de funcionariado público reservadas para personas con discapacidad intelectual, garantizando la accesibilidad en todos los procesos y publicaciones.

-El desarrollo de políticas de formación profesional adaptada y la consolidación de las políticas de acompañamiento a las personas envejecidas prematuramente. La entrada y salida del mercado laboral son procesos clave en el ciclo de vida de una persona.

AMPANS cierra este 2022 con una plantilla de mil trabajadores (1.008), de los cuales el 28% son puestos de trabajo que ocupan personas con discapacidad, mayoritariamente intelectual.