La complejidad de perfiles y las listas de espera, entre los principales retos de la entidad

 

Imagen de la Escuela de Educación Especial Jeroni de Moragas impulsada por la fundación AMPANS

El año pasado atendimos a 3.363 personas con discapacidad intelectual y en situación de riesgo a través de la red de apoyos que hemos desplegado a lo largo de los años y que van desde los servicios educativos y formativos, la inserción laboral, los servicios residenciales y vivienda, la atención diurna y ocupacional y los servicios a las familias.

De las más de tres mil personas atendidas, el 31% lo fueron en servicios de orientación, formación e inserción laboral, y el 24% eran jóvenes de entre 16 y 24 años que abandonan de forma prematura sus estudios.

Los servicios de Inserción laboral superaron el umbral de las mil personas atendidas, un 37 por ciento más que el año anterior y consiguieron 211 inserciones laborales en empresas de la comarca ya través de los proyectos de economía social que impulsa. Uno de los que más ha crecido es Servicios a la Industria, ubicada en el Polígono Els Dolors de Manresa y que trabaja operando para diversas empresas de la comarca en procesos de manipulación, montaje y verificación de producto entre otros.

Más de 500 personas realizaron formación a través de los programas de formación y orientación laboral, preparándose en competencias personales y profesionales para acceder al mundo laboral, con itinerarios personalizados que se adaptan al perfil, intereses y necesidades de cada persona. Entre los logros alcanzados destaca la graduación de la primera promoción de Formación Dual adaptada a personas con discapacidad intelectual de toda Cataluña, con un cien por cien de incorporación laboral.

Listas de espera de 200 personas

En cuanto al área socioeducativa, a través de la escuela de educación especial Jeroni de Moragas, acompañamos a 317 alumnos, 83 de los cuales en formación post-obligatoria adaptada a través de itinerarios y programas formativos y acompañamiento a los adolescentes en el tráfico hacia la vida adulta.

En atención diurna y ocupacional atendimos a 457 personas, mientras que en vivienda y servicios residenciales acompañamos a 346 personas, y otras 26 que viven de forma autónoma mediante el programa de apoyo a la autonomía en el hogar.

En cuanto al apoyo a las familias, pusimos en marcha un nuevo servicio de atención domiciliaria con profesionales de la entidad con el objetivo de contribuir al descanso ya la calidad de vida de las familias con personas con discapacidad intelectual en el su cargo. Hicimos un total de 1.512 horas de servicios en el domicilio propio de las familias, en un programa que llevamos a cabo con el apoyo de Dincat.

Dar respuesta a una lista de espera de más de 200 personas para acceder a los servicios diurnos y de vivienda, y la creciente complejidad de perfiles y necesidades diferentes a las que debemos dar respuesta, son los principales retos a los que debemos hacer frente.