Impacto del coronavirus y el confinamiento en la salud mental
Consecuencias del confinamiento en la salud mental y consejos para evitarlas
El aislamiento social y físico, la pérdida de libertad o la incertidumbre son factores del confinamiento que pueden afectar a la salud mental en forma de estrés, angustia, ira o depresión.
La Organización Mundial de la Salud ha categorizado el brote por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y la enfermedad que provoca, la COVID-19, como pandemia mundial. Debido a la expansión de este virus, muchos países de todo el mundo han pedido a su población el confinamiento en casa. Incluso, países como España se han visto obligados a aplicar medidas de cuarentena en todo el territorio para frenar la propagación.
¿Qué es el confinamiento?
El confinamiento, también llamado aislamiento o cuarentena, es un método utilizado para contener o minimizar la propagación de enfermedades infecciosas. Esta situación es necesaria por motivos de salud pública, pero puede ser una experiencia desagradable: imposibilidad de realizar actividades cotidianas como salir de casa, pérdida de libertad, separación de las personas de nuestro entorno, incertidumbre, etc.
Impacto del confinamiento en la salud mental
Investigadores del Reino Unido han publicado recientemente un estudio en la revista The Lancet, que aborda el impacto psicológico de las cuarentenas. La investigación ha demostrado que el confinamiento es «el factor más predictivo de los síntomas del trastorno por estrés agudo».
Por otra parte, las personas en cuarentena también han experimentado una alta prevalencia de angustia y problemas como:
- Frustración
- Depresión
- Ira
- Estrés
- Ansiedad
- Insomnio
- Síntomas relacionados con los temores de la infección
El estudio también apunta que aquellas personas con antecedentes de problemas de salud mental pueden continuar con sensación de ansiedad e irritabilidad después de 4 – 6 meses de la cuarentena.
La salud mental de los niños y adolescentes también se ve afectada. Según el estudio, los más jóvenes de la casa presentan puntuaciones medias de estrés postraumático cuatro veces superiores a aquellos niños / adolescentes que no han estado en aislamiento.
Factores de estrés durante el confinamiento
El riesgo de presentar problemas de salud mental derivados del confinamiento y la intensidad de los mismos se pueden ver afectados por:
- Duración. A más duración de la cuarentena, más estrés, ira y, por tanto, una peor salud mental.
- Miedo a contraer la infección o de contagiar a otras personas. Incluso gran preocupación cuando se experimenta cualquier posible síntoma relacionado con la enfermedad.
- Frustración y aburrimiento. Estas sensaciones nacen de la pérdida de la rutina habitual y el contacto social y físico y de no poder llevar a cabo actividades cotidianas como salir de casa.
- Información inadecuada. Hay personas que afirman que las fuentes oficiales proporcionan escasa información o que es contradictoria, y esto les supone más estrés ante la incertidumbre.
¿Qué puedo hacer durante el confinamiento?
Es importante tener en cuenta que es una situación temporal y excepcional, por lo que se necesitan medidas eficaces para evitar los efectos psicológicos negativos. Algunas recomendaciones que se pueden tener en cuenta durante este periodo son:
- Conocer los hechos y verlo todo con perspectiva. Mucha información sobre el tema no significa estar ni menos ni más seguros.
- Continuar con las rutinas. Mantener unos horarios para las comidas, la ducha, la hora de dormir… Es importante restablecer la sensación de orden y normalidad en casa.
- Continuar con los estudios. Hay que recordar que no son vacaciones, sino una situación excepcional. El curso escolar continuará por lo que puede ser una buena idea planificar la realización de los deberes o mantener el contacto con los compañeros de clase.
- Planificar actividades para reducir el aburrimiento. Puede ser una rutina de ejercicio físico, ver películas, leer, ordenar la habitación, etc.
- Realizar actividades de relajación. Esta puede ser una oportunidad para empezar con prácticas como la meditación, el mindfulness… Actualmente hay muchas plataformas online de monitores que comparten estas actividades.
- Mantenerse conectado. Ver como todo el mundo se encuentra en la misma situación o compartir las emociones por las redes sociales puede aportar una sensación de normalidad.
- Buscar ayuda adicional. En casos en que el estrés o la ansiedad se vuelvan demasiado difíciles de gestionar, se puede contactar con algún profesional de la salud mental vía online.
- Recordar que la solidaridad y la cooperación son la mejor opción. Reforzar la idea de que quedarse en casa está ayudando a otras personas a no contagiarse, sobre todo entre la población más vulnerable.
Referencias:
Impacto de la COVID-19 en la salud mental. Medscape.
Five Ways to View Coverage of the Coronavirus. American Psychologial Association.
Coronavirus: cómo protegir tu salud mental durante la pandèmia de covid-19. BBC.