"Soy psicóloga porque yo misma tuve una experiencia"

Conoce la historia de Marta Ragon, psicóloga de Amalgama7





¿Con qué perfil de jóvenes trabajas?

Trabajo con un perfil de jóvenes con patología dual o trastorno de la conducta que presentan mayoritariamente dificultades en la gestión emocional, dificultades en el ámbito de la autoestima y seguridad en ellos mismos. Una serie de comportamientos disfuncionales; muchas veces relacionados con la adicción de substancias tóxicas o la dependencia a las nuevas tecnologías.

¿Cómo decidiste entrar en el sector?

Desde joven siempre he tenido una inquietud por la ayuda y el contacto con las personas más necesitadas. Pero lo que realmente hizo que entrara en el sector fue que yo misma viví una experiencia durante la adolescencia: experimentar y aprender a lo largo de este proceso hizo que tomara la decisión de estudiar psicología, con la motivación principal de poder ayudar a otros que pasan por la misma situación que yo pasé.

«Lo que realmente hizo que entrara en el sector fue que yo misma tuve una experiencia durante la adolescencia: el hecho de experimentar y aprender a lo largo de este proceso hizo que tomara la decisión de estudiar psicología, con la motivación de poder ayudar a otros que pasan por la misma situación que yo pasé»

¿Por qué te gusta tu trabajo?

Lo que más me gusta de mi trabajo es… todo. El intento de conectar con las personas que están pasando por una situación difícil, de trasladar el aprendizaje, poder empatizar y comprenderlos para que sean capaces de sacar su fuerza y potencial, y salir adelante. En definitiva, echar la mano y acompañar a aquellos que están en un momento difícil de sus vidas para que puedan ser felices.

¿Cuánto tiempo llevas ejerciendo? ¿Qué has aprendido en ese tiempo?

Ahora mismo llevo aproximadamente tres años y medio ejerciendo como psicóloga clínica.

Lo que he aprendido -que es mucho- es a mirar y ver a cada uno de los chicos, chicas y también a sus familias como personas individuales que tienen sus experiencias vitales y características de personalidad, seres únicos que necesitan compresión.

Y también, todo lo que a una persona le ha servido no tiene por qué servirle a otra: hay que valorar cada caso con la individualidad necesaria para poder llegar a cada persona de una forma totalmente empática y sobre todo sin juzgar.

«Hay que valorar cada caso con la individualidad necesaria para poder llegar a cada persona de una forma totalmente empática y sobre todo sin juzgar»

¿Cuáles pueden ser las expectativas de un joven que acude a Amalgama7?

Los jóvenes que llegan a Amalgama7 normalmente no vienen por voluntad propia porque, como ya sabemos, el período de la adolescencia conlleva una falta de conciencia sobre el problema y una tendencia a situarse en la zona de confort y no ver lo que adulto, muchas veces, sí que es capaz de ver. El paso más importante para estos jóvenes es darse cuenta de la situación en la que están, de todas las dificultades que tienen en ciertas áreas, muchas veces ligadas a la falta de seguridad y confianza en sí mismos.

«El paso más importante para estos jóvenes es darse cuenta de la situación en la que están, de todas las dificultades que tienen en ciertas áreas, muchas veces ligadas a la falta de seguridad y confianza en sí mismos»

Las expectativas de los jóvenes son estar bien consigo mismos y sobre todo con la familia, porque muchas veces lo que más deteriorado está es la relación con los padres, con las madres y con los hermanos.

Y por otra parte, está su proyecto vital. Muchas veces a consecuencia del fracaso académico y de las dificultades en el ámbito formativo y laboral, debe construirse poco a poco un proyecto vital y tener la motivación y la ilusión para que su vida tenga un sentido.

¿Qué se considera un caso de éxito?

Cada chico o chica debe ver qué es el éxito para cada uno, pero en términos globales, podemos referirnos a todo esa persona que se haya encontrado a sí misma, que sea consciente de la experiencia vivida, que tenga visión de un futuro, que haya adquirido herramientas para darse cuenta en cada momento de aquellas cosas que le benefician, y poder reforzarse cuando las cosas van bien. En definitiva, conseguir quererse a uno mismo.

¿Qué le dirías a las personas que están viviendo situaciones conflictivas a causa de un trastorno conductual?

El primer mensaje es que nada en esta vida es un fracaso, todo es un aprendizaje. Para llegar a esto es importante saber escuchar a los que te rodean, no sólo oír, sino escuchar. Tener en cuenta lo que te dicen las personas que te quieren es importante para ampliar la visión sobre ti mismo y sobre la vida en general.

«Tener en cuenta lo que te dicen las personas que te quieren es importante para ampliar la visión sobre ti mismo y sobre la vida en general»

Y a las familias de estos chicos y chicas, les diría que en esta vida todo es cuestión de fases, de etapas. No perder la esperanza es fundamental: hay que confiar en los chicos y chicas, y es necesario verlo desde la perspectiva más realista en cada caso. La familia es fundamental para que los chicos avancen.